Por Jhonas Guzmán
El canto, como actividad propia de los seres humanos ha acompañado a nuestra raza desde que nuestro primo, el Homoerectus descendiera del árbol y empezara a andar en dos patas, hace más 350 mil años. Hay manifestaciones pictóricas en cavernas distribuidas por todo el mundo, incluso en nuestra isla, como en la cueva La Cucama de Juan Dolio, donde se pueden apreciar a figuras danzando, cantando y celebrando la etapa que les tocó vivir.
Hemos cantado desde el principio de la humanidad, el sucesor Homosapiens, primero lo hizo solo y después, poco tiempo después, en grupo, en esos grupos formados por los seres que componían las caravanas de sobrevivencia colectiva y que luego serían tribus; esas mismas tribus que desde el África comenzaron a poblar toda la tierra llevando el canto y la música como forma de manifestación de sus emociones.
Este canto en grupos, que luego sería conocido como Coral, es el mismo canto que nace con los primeros humanos en África, que luego será perfeccionado en la Europa del siglo XI y que después del renacimiento es llevado a la iglesia para alabar a la fe católica. El Canto Coral llegó a nuestra América desde Europa, de mano de los Españoles, en el 1492, para no irse jamás, pues la difusión de la fe católica por toda esta parte del mundo trajo consigo la proliferación del canto a coros, que luego vuelve a mezclarse con el canto del negro traído como esclavo, desde nuestra madre común en África.
Así las cosas y con los años, fueron llegando a nuestros pueblos y ciudades los cantos corales, inspirando a sumarse a esas voces, a almas sensibles y espirituales, pero también a otras combativas y luchadoras. A nuestro Haina le llega el canto con técnicas corales en el año 1967, de manos de Sor Marcelina De la Cruz, una religiosa de la congregación Sanchina quien forma el Coro San Agustín, en el colegio homónimo; este fue el primer coro conocido en el pueblo de Haina.
El Director del Coro San Agustín fue Sixto Peguero, quien con apenas 16 años ya se perfilaba como un gran conocedor de voces y con el liderazgo necesario para enfrentar el reto de dirigir a varios jóvenes, algunos incluso de su misma edad. Este coro estuvo dedicado exclusivamente al canto en las misas de la iglesia y las actividades del colegio, de manera tal que, la salida de cualquiera de sus miembros de dicha institución educativa debilitaba la estructura del grupo.
Y así sucedió, pues varios de los miembros del coro fueron saliendo del colegio San Agustín y así mismo del grupo, con lo cual esta se fue debilitando, hasta casi desparecer.
Sin embargo, en el año 1971, llegó a la Parroquia San Agustín de Haina, el Padre Miguel Jericó, el cual de inmediato formó un movimiento para agrupar a jóvenes con inquietudes en diferentes actividades, como el canto, baile, actuación, también deportes, como Pin pon, Ajedrez, etc. A este movimiento le llamo: Sociedad de Orientación Juvenil (SODJUV).
Así se forma el Coro SODJUV, con Sixto Peguero como director, con varios miembros del anterior Coro San Agustín y con nuevos cantores de la comunidad. Este grupo llenó toda una época en el quehacer cultural de nuestro pueblo Hainero; la calidad de sus voces y la combinación del canto religioso con el popular, crearon una relación comunidad-coro, que aún se mantiene vigente en el recuerdo de los Haineros que vivieron esa etapa de florecimiento cultural en este pueblo.
Por las filas del coro SODJUV pasaron voces tan destacadas como la de Roberto Pérez Herrera (Ruby Pérez), la de Flor María Lluberes, ganadora de concursos de canto a nivel nacional y muchos otros más. En su época de esplendor, entre los años 1972-1975, la SODJUV llegó a tener ramificaciones en varias comunidades rurales de Haina y San Cristóbal (El Carril, Hatillo, La Pared, Sabaneta y Malpae), en las cuales se crearon coros culturales, dirigidos por miembros del propio coro, como Domingo Peneiro, Roberto Perez, Ramón Andújar, etc.
Fueron miembros otros destacados de ese coro: Maria Luisa Vargas (Mary Mañiñi), Paula Bonilla, Lilian Soto, Rafael Jiménez, Rafael Esquea, José Rivera (Meme), Rafael Comas, Roberto Díaz, Nino Martinez, Julio Díaz y muchos otros, los cuales llevaron el canto hainero a casi todo el país, en sus presentaciones y conciertos.
El traslado del padre Jericó hacia otra ciudad como párroco, en el año 1977 cayó como un balde agua fría en el ánimo del coro Sodjuv, pues con éste se iba el mecenas del grupo, el que los apoyo desde su formación; con la salida del padre de Haina, fueron desapareciendo las actividades, presentaciones y facilidades para ensayar, viajar, etc. y poco a poco el grupo se fue “enfriando” y así, sus miembros alejándose del grupo y dedicándose a otras actividades.
Pero la historia del movimiento coral en Haina apenas comenzaba; la chispa encendida por estos jóvenes quedo muy enraizada en un pueblo lleno de talentos y de deseos de expresarse. Ya veremos como esta historia continuara….
Gracias a Luis Concepción, por sus imágenes del Coro SODJUV.
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